Marco, un entrenador profesional de baloncesto, se encuentra un día, en medio de una crisis personal, entrenando a un equipo compuesto por personas con discapacidad intelectual. Lo que comienza como un problema se acaba convirtiendo en una lección de vida.
Una de esas películas que sabe conectar con el público, y que lo consigue gracias a unos personajes en torno a los que se construye el resto de la historia (que en este caso es lo de menos), un tipo de cine muy apropiado para compartir con los amigos o la familia sin más pretensiones que las de disfrutar de una forma sana y divertida, algo aparentemente sencillo pero que muy pocas películas consiguen, y ése es el verdadero valor de esta película.
Lo mejor: Sus personajes protagonistas, gracias a los que se consiguen varios de los mejores momentos de la película.
Lo peor: Quizás haberse excedido en lo que a autosuperación se refiere, y ya de paso, no haberse atrevido a potenciar algo más el componente dramático de la película.