Young Adult es como un caudaloso río subterráneo. En este caso tenemos un bonito y sugerente nacimiento que nada hace pensar que el transcurso vaya a ser tan seco y pedregoso, aunque queda el consuelo que desemboca de nuevo en un paisaje más hermoso y placentero.
La unión del director Jason Reitman y la joven guionista Diablo Cody tras su afortunado encuentro en Juno pueden parecer cierta garantía de potencia e interés, pero las relaciones entre ambas películas son mínimas, y queda claro que es Jason Reitman la parte sólida de ese dúo y la que más nos puede aportar con sus próximas películas. Tal y como ha venido haciendo desde aquella fantástica Gracias por fumar (película que me descubrí gracias a las míticas votaciones de ForoDVD, allá por 2006).
La película presenta una trama bastante sencilla. Mavis Gary (Charlize Teron) es una escritora de libros para adolescentes que, en un momento de crisis, decide volver a su pueblo natal para revivir sus días de gloria e intentar recuperar a su exnovio del instituto (Patrick Wilson). En su regreso al pasado surgen nuevos encuentros como un antiguo compañero de clase (Patton Oswalt) que tampoco ha triunfado al terminar el instituto.
Como ya hemos anticipado de forma metafórica, pero bastante ajustada a lo que la película da de sí, el arranque es muy sugerente y tras una larga introducción que sirve para presentarnos con bastante acierto a la protagonista Mavis, ésta decide que su vida no va por buen camino y decide rebobinar hasta sus años dorados, aquí llegan los siempre esperados títulos de crédito de Jason Reitman, no tan logrados como los de Up in the air pero sí muy integrados con la historia, ya que están diseñados sobre los mecanismos de una cassete, en la que la protagonista rebobina una y otra vez la canción que marcó la época dorada de su vida a la que ha decidido regresar.
No vamos a desvelar lo acontece a partir de este momento ya que la historia pierde bastante ritmo y se pierde entre situaciones algo estereotipadas y personajes demasiado artificiales que se incorporan a la historia de forma poco natural. Un cauce con menos agua de la la esperada y que en ocasiones llega a ser algo pedregoso.
Nos queda un desenlace bastante decente, con la protagonista mirando el tremendo bollo que le ha hecho ha su coche durante su desafortunada peripecia, y que es el que le devuelve a su vida habitual que nunca debería haber dejado. Una bonita y sencilla forma de resumir su regreso a la gran ciudad.
Charlize Teron se convierte, sin duda, en el gran atractivo de esta cinta, dota a su personaje de una capacidad asombrosa de cambiar entre lo repelente de su personalidad y el drama personal que sólo consigue apaciguar con elevadas dosis de bourbon. Lo borda en una situación tan difícil para una mujer de su talla como la de intentar seducir a su ex de una forma penosa y dando vergüenza ajena. Sólo se le puede reprochar que su personaje no llegue a atravesar un estado de normalidad transitorio y que quizás sea el motivo de que el resto de personajes parezcan demasiados encajados en la trama de la película.
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Ficha de la película: Young Adult (2011)
