No sería la primera vez que al intentar hacer una comedia de terror, el resultado sea un terror de comedia. Son dos géneros realmente difíciles de mezclar con buenos resultados, ya que los seguidores de cualquiera de ellos no suelen ser apasionarse en extremo por el otro; y esta mutua exclusión suele ser difícil de solventar de tal forma que más de una película ha perecido en el intento, aunque también nos ha quedado un buen puñado de ejemplos que demuestran que esta extraña mezcla puede generar algo positivo, desde el genial El jovencito Frankenstein hasta un referente más directo como puede ser Zombies Party.
Cine de Autor
Young Adult (2011), de Jason Reitman
Young Adult es como un caudaloso río subterráneo. En este caso tenemos un bonito y sugerente nacimiento que nada hace pensar que el transcurso vaya a ser tan seco y pedregoso, aunque queda el consuelo que desemboca de nuevo en un paisaje más hermoso y placentero.
Shame (2011), de Steve McQueen
Shame es la prueba de que el cine británico sigue siendo vigente, fresco y de calidad; en este caso construido entorno a un eje tan complejo como el de las adicciones sexuales como la que sufre su protagonista (estupendo Michael Fassbender) y que le provoca serios problemas para controlar todos los ámbitos de su vida (laboral, social y personal). La presencia de Sissy (Carey Mulligan) desencadadena una espiral de acontecimientos y experiencias que le obligarán a replantearse su vida comenzando por sus principios más básicos.
The Master (2012), de Paul Thomas Anderson
Es difícil comenzar una crítica cuando sabes que vas a ir a contracorriente, pero si The Master nos cuenta la historia de dos almas gemelas (en este caso del mismo sexo) que se mantienen unidas a lo largo de los tiempos, de lo que estoy seguro es que Paul Thomas Anderson y yo nunca hemos sido almas gemelas, ni en ésta, ni en vidas anteriores. Seguir leyendo →
Amor bajo el espino blanco (2010), de Zhang Yimou
Amor bajo el espino blanco es la película apropiada para reconciliarse con el cine, sobre todo tras el largo letargo veraniego trufado de propuestas mucho más ligeras destinadas a ser olvidadas tan rápido como se consumen. Seguir leyendo →