Christopher Smith mantiene su progresión en el género tras la divertida Creep (2004) y la sorprendente Desmembrados (2006), evolucionando no sólo en la temática y profundidad sino también en la puesta en escena y unas formas muy notables que le han ganado el favor del público en festivales muy prestigiosos como el Festival de Cinema Fantstic de Sitges o la Semana de Cine Fantástico y de Terror de San Sebastián.
Jess (Melissa George) necesita un descanso. Madre soltera, con un trabajo de camarera y un hijo autista, recibe la propuesta de Greg (Michael Dorman) de pasar un día en alta mar, alejada de todo, como algo más que una buena idea. Pero una tormenta echa al traste la diversión, y les deja flotando a la deriva. Un buque surge de la nada, garantizando un rescate que no será un camino de rosas…
Y es que en esta película nada es lo que parece y lo que empieza siendo un drama se convierte luego en un slasher para luego transformarse en una interesante propuesta de paradojas temporales, donde los habituales resbalones del subgénero son bastante comedidos gracias a un buen raccord y un sabio montaje que además facilitan de sobremanera que el espectador pueda seguir sumamente entretenido todo lo que transcurre ante sus ojos y que parece estar atrapado en la cara sin fin de una cinta de Moebius.
Ya se ha posteado largo y tendido sobre ciertas similitudes con los Cronocrímenes (Nacho Vigalondo, 2007) , coincidencias casi inevitables en todas las películas que exprimen las paradojas temporales, pero con diferencias evidentes tanto en el origen como en la resolución de las mismas. También hay más de una conexión con el hotel Overlook de El resplandor (Stanley Kubrick, 1980) sobre todo en el tratamiento a ras de suelo de las secuencias que trascurren en los solitarios pasillos del interior del trasatlantico así como en la ambientación y puesta en escena del propio buque. Curiosamento, todo ello contribuye a fomentar el efecto Déjà vu tan buscado en ese tramo de la película.
Christopher Smith se muestra cuidadoso tanto en el continente como en el contenido y adorna su propuesta con muchos detalles interesantes como esas secuencias engarzadas a través de las gaviotas (interesante leit motiv de la película) o ese disco rayado y los espejos que nos sugieren de una forma elegante lo que realmente está pasando… Y todo ello bajo la excelente labor interpretativa de Melissa George se asume el papel de una forma contundente y con la fuerza necesaria para lograr enganchar al espectador, a pesar de que en algún momento tome decisiones dificilmente asimilables … hasta que todo encaja al final de la película.
Colleja final para los distribuidores que se resisten a estrenar esta interesante propuesta en las carteleras españolas mientras pasan de forma más o menos penosa decenas de títulos infinitamente más rancios y oxidados.
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Ficha de la película: Triangle (2009)
